El Barroco es una música complicada que requiere gran maestría. Si no lo crees, coge una flauta dulce y tócala, pero a toda máquina ¿a qué no es tan sencillo? Coge un violín y si eres de los afortunados que no torturan a sus vecinos, ejecuta una pieza a su velocidad. ¿a qué no es fácil?
La Iglesia Católica (conste que no soy creyente) utilizó la música como instrumento de evangelización en América y también como elemento de integración, siguiendo la Biblia, tal como aparece en Gálatas 3:28: No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús.
Era una forma de demostrar que los indígenas no eran ni primitivos, ni inferiores, ni salvajes, sino seres humanos como los europeos, blancos o criollos. Fue practicado como elemento demostrativo por los jesuítas, tal y como aparece en la famosa película La misión.
Los indígenas no se limitarían a ser meros intérpretes de la música barroca, sino que fueron creadores de piezas musicales de gran belleza, que ahora se empiezan a redescubrir.